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CÓMO AFECTA EL SUEÑO Y EL CANSANCIO A LA CONDUCCIÓN.

 

 

Te contamos como afecta el sueño a la conducción, tanto al proceso de información de lo que vemos, como a nuestra capacidad para actuar.

Para realizar cualquier actividad que requiera concentración es vital estar descansado y sin sueño. Para conducir aún más, pues además de ser una actividad compleja hay un factor de peligrosidad y riesgo de accidente, por lo que es necesario tener todos nuestros sentidos en plenas facultades. La empresa de mantenimiento y accesorios Noruato, nos recuerda cómo puede afectar en la conducción y la seguridad al volante la falta de sueño y la fatiga.

15% de las victimas mortales

El cansancio y el sueño fueron factores en el 9% de los accidentes con víctimas en 2017. Ese año, según la DGT, hubo 2.351 accidentes con víctimas en vías interurbanas (núcleos urbanos y alrededores) donde el sueño y el cansancio fueron factores concurrentes. 136 personas fallecieron por accidentes donde el cansancio era concurrente, el 15% del total de victimas mortales de todo el año.

Tiempos de reacción

El cansancio provoca que el conductor tarde más en reaccionar ante imprevistos. Por este motivo, los conductores que no han descansado lo suficiente suelen tener más a accidentes por alcance en situaciones de tráfico denso. El conductor es incapaz de detener el vehículo a tiempo y cuando frena es demasiado tarde.

Más distracciones

La falta de sueño o el cansancio hace que sea difícil concentrarse en una cosa de forma prolongada, lo que provoca distracciones. Se puede llegar a conducir sin tener realmente conciencia de lo que se está realizando. Surge especialmente cuando la conducción es monótona en carretera o se realiza siempre el mismo recorrido.

Más errores

El cansancio hace que el conductor tarde más tiempo en procesar la información de las señales de tráfico o de lo que está viendo. Se cometen más errores y se calcula peor la velocidad del resto de vehículos, lo que es muy peligroso en rotondas y cruces.

Se ve peor

El cansancio y el sueño afectan a todos los sentidos, su agudeza disminuye. En concreto la vista, sentido que más se usa en la conducción, se puede volver borrosa, con dificultadas para enfocar con rapidez y surgen los deslumbramientos. También se perciben peor los sonidos y hay más dificultad para leer, asimilar y recordar las señales vistas.

Microsueños

Cuando el cansancio es muy alto, pueden aparecer los microsueños, que son periodos de apenas unos segundos de conducción en los que el conductor se queda ligeramente dormido. Hay que tener en cuenta que durante este tiempo se pueden recorrer muchos metros si la velocidad es elevada.

Agresividad

En ocasiones, la falta de sueño y el cansancio pueden provocar la falta de paciencia con las acciones de otros vehículos y resultar en un comportamiento más agresivo o más nervioso.

En definitiva, para conducir es necesario haber descansado adecuadamente y con un sueño de calidad. Hay que tener en cuenta que en invierno nos cansamos más al volante. Igualmente, es recomendable parar cada 2 horas de conducción durante un periodo de 20 minutos, para evitar la aparición de la somnolencia y fatiga. En todo caso, hay que detener el vehículo ante el menor síntoma de cansancio. También es importante tener el coche ventilado, sin abusar de la recirculación de aire y evitar las comidas copiosas y los medicamentos que puedan contribuir a la aparición del sueño.

Por supuesto, Noruato comenta que hay sistemas tecnológicos de detección de fatiga que se pueden montar en los vehículos, como el Vuemate CDP330a que monitoriza constantemente los gestos faciales del conductor, detectando cuándo se están produciendo signos de cansancio. El dispositivo avisa al conductor con potentes alertas sonoras y parpadeos led.

 

 

 

 

 

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